Roscas

Siempre se ha dicho que innovar es sinónimo de cambio, y más en respostería que siempre intentamos buscar ideas nuevas. Pero nunca nos debemos olvidar de lo tradicional, de la cocina de toda la vida, recetas que han ido pasando de generación en generación y que nuestras abuelas siguen conservando hoy día. 
Mis amigos y yo, pensamos que cualquier ocasión es perfecta para irnos al campo, ya sea para pasar el día, un fin de semana, un puente...Nos lo pasamos genial, siempre tenemos alguna anécdota nueva que contar, y al irnos ya estamos preguntando cuando será el siguiente.
Bien, pues hemos cogido la costumbre, por la tardes, de hacer dulces. Es verdad que cuando se está en el campo te entra más hambre y la comida parece que sabe mejor. Pues nos entró unas ganas tremendas de comer "jetería", y claro allí no teníamos nada. Se nos estaba haciendo la boca agua y empezamos a nombrar todos los dulces que se nos venía a la cabeza:"¡Qué ricas ahora unas magdalenas!", "¡Calla, pues yo me comía ahora unas tortitas!", "¡No no, unas buenas torrijas si que me comía yo!"...Imaginaros el charco de baba que había por el suelo. Hasta que uno de mis amigos dijo: "¿Y unas roscas?"...buena cosa nos fue a decir, nos miramos todos como diciendo: "¡Madre mía, eso si!". Dijo que las sabía hacer, porque su abuela las hacía muy a menudo. Así que aprovechamos que teníamos que ir al pueblo a por hielo y cogimos todos los ingredientes. 
Nos pusimos manos a la obra, uno amasaba, otros las íbamos dando forma, otros las freían...Y para ser la primera vez, quedaron perfectas. Salieron muchísimas roscas, y aunque comimos bastantes, quedaron algunas, así que decidimos repartirlas entre todos. 
Cuando las llevé a mi casa, mi madre me preguntó cómo las habíamos hecho, porque estaban riquísimas.
Pues a mi madre esas roscas no se le olvidaron y me dijo que tenía que conseguir la receta como sea porque quería volver a hacerlas. Por eso, pedí a mi amigo Alejandro, que por favor me diera la receta de su abuela que teníamos antojo de sus roscas XD.
Y así quedaron...