Esta tarta se ha ido para Mérida. Su dueña se casa mañana y no hay mejor forma de celebrar uno de los días más importantes para ella que teniendo presente una tarta así. Me comentó que había estado ojeando mi blog y que le habían encantado varias tartas que había hecho, por eso esta tarta es una emulsión de dos que ya hice anteriormente. Son éstas:
Ella me pidió que la tarta tuviera rosas blancas y rojas, y así se ha hecho...Y el resultado ya lo podéis ver, para mí es una de las más bonitas que hasta ahora he hecho. Pero claro, me gusta ahora que ya está terminada, pero cuando te pones muy decidida a hacer flores, en realidad una no es consciente del trabajo que supone estar horas y horas moldeando pétalos y formando las rosas. Sí, horas, para ser exactos cinco horas y media me he tirado haciendo cuarenta rosas con sus diez pétalos cada una, así que podéis echar la cuenta.... Había momentos de desesperación de ver el reloj, mirar la tarta con cinco rosas colocadas y pensar: "¡No me da tiempo!", pero acto seguido vuelves a agachar la cabeza y entras en una competición contigo misma y dices: "¡Esto lo acabo como sea!. Mucho trabajo me ha costado, además de un dolor de espalda y de manos espantoso, pero como se suele decir todo esfuerzo tiene su recompensa, bueno pues verla terminada es la mayor recompensa y satisfacción que yo pueda tener.
Gracias por confiar en mi para ser partícipe de un día tan especial para vosotros, porque son con tartas como ésta cuando te das cuenta que todo lo que te propongas, con esfuerzo e ilusión...SE CONSIGUE.
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